La sanación espiritual es una práctica que cada día cuenta con más adeptos ya que han descubierto el poder que puede ejercer en las propias personas. Es de sobra conocido que las herramientas ligadas a ella como la meditación ayudan potencialmente a aliviar síntomas de muchas enfermedades. Hay estudios que así lo demuestran y sólo con dedicarle unos diez minutos a este ejercicio comprobaremos la calidad del bienestar inculcado en nuestro cuerpo.
La mente es otro punto álgido de esta «aventura» ya que dependemos significativamente de ella, pensamientos positivos o negativos que repercuten a la hora de que algo nos pueda salir mal o bien. Si eres una persona que ve las cosas por el lado bueno, posiblemente tengas mejores resultados de que si en cambio lo ves por el lado oscuro.
Está claro que la forma de pensar es VITAL para poder equilibrarnos a nosotros mismos, pero…¿es cierto que otras personas puedan llegar a curarnos? ¿podemos sanarnos nosotros mismos? La respuesta es un rotundo SI.
Hay herramientas y prácticas que contribuyen a conseguir este hito, sólo que no somos conscientes de ello. Tienes que hacer la siguiente prueba: escoge un momento del día en el cual puedas dedicarlo para ti, tómate cinco o diez minutos y respira profundamente, te aseguro que te cambiará la vida. Busca meditaciones por internet, irás probando y al final encontrarás la que más se asemeje contigo. Hay cantos gregorianos, música de lluvia, meditaciones guiadas, o cursos que te ayudan a ir directamente al grano. Éste tipo de cursos los recomiendo ya que los producen personas expertas en este ámbito y te acortan muchísimo tiempo a la hora de aprender cómo dominar tu mente. Recuerda que tu cerebro es capaz de controlar buena parte de tu salud. Hay muchas enfermedades que podemos aliviar gracias a unos correctos hábitos de pensamientos y emociones. Las emociones son CLAVE.
¿Pueden sanarnos personas totalmente desconocidas?
Ésta pregunta ya la hemos lanzado anteriormente y de nuevo tiene una contestación clara, SÍ. Hay gente que tienen esa visión del mundo, la de ayudar. Saben que poseen ese don y desean utilizarlo, pues han nacido para ello. Su devoción les lleva a buscar vías y así encontrar a gente que lo necesiten. Pero en cambio y por desgracia también existe la otra versión del cuento, esa en la que las personas buscan a espíritus deseosos de encontrar la paz para así aprovecharse de ellos. No es recomendable tomarse este asunto a la ligera, pero sí lo es el intentar encontrar a las personas adecuadas, porque las hay. Aunque más que buscarles, la vida se encargará de ponerlos delante de ti.
En esta misma página puedes hallar consejo y orientación en este aspecto ya que es su principal función, la de ayudar. Sólo tienes que enviar un correo a contacto@cuidatuespiritu.com y enseguida recibirás una contestación, sé explícito con tu caso o también puedes escribir por un conocido o familiar que esté pasando por un momento delicado de salud. Toda ayuda es bien recibida y no dudes en probar.
¿Cuál es el proceso?
El sanador sabe cuáles son las pautas que debe seguir. Lo primero es que el solicitante debe estar abierto a recibir la energía sanadora que será enviada a su organismo, de nada sirve si nos cerramos y negamos a percibir esta ayuda. Después a de relajarse lo máximo posible y sencillamente dejarse llevar. Las sanaciones pueden ser en persona o a distancia, ya que la energía no entiende de kilómetros.
Hay veces en las que estamos perdidos sin un rumbo fijo, no tenemos ganas de nada y la depresión nos absorbe. Es ahí cuando necesitamos una asistencia de alguien que pueda limpiar nuestra energía. La práctica es sencilla, no es necesario de instrumentos ni parafernalias, sólo con la intención cuenta. También es importante la fe. Creer en Dios, en la Virgen, en Jesús…, o en ese algo que está ahí pero que no sabes muy bien lo que es. Cree firmemente en ello y tus buenos días vendrán.
Tu Sendero hacia la Paz Interior 